Para algunos estudiantes es complicado recordar los verbos irregulares; sin embargo, se saben de memoria el estribillo completo de la canción Titanium de David Guetta. Otros pueden olvidar algunos términos de vocabulario sencillos, pero no tienen problema para recordar palabras relacionadas con conflictos bélicos de nivel Proficiency que han aprendido viendo Juego de Tronos.
¿Te resulta familiar? ¡Bien! Eso probablemente significa que eres humano, en lugar de un robot que procesa palabras. Tu cerebro prefiere asimilar información que le resulta importante o interesante. Hacer un curso de inglés puede resultar beneficioso en muchos aspectos, pero fuera de clase es donde puedes desarrollar el inglés que deseas aprender. Es el inglés que decides tener en tu vida, el inglés que ningún profesor ni autor de libros de texto puede elegir por ti. Así que, ¿cómo podemos utilizarlo del mejor modo posible? Echa un vistazo a estas sugerencias para practicar tu inglés fuera de clase.
Sé activo
Vivas donde vivas, estás rodeado de inglés. Tu vida online, la televisión, la música, quizá algunos amigos o incluso tu ambiente laboral. Ahora veremos con más detalle algunas de estas áreas, pero lo más importante es tener una actitud activa para maximizar el potencial de aprendizaje. Si queremos conseguirlo, la calidad siempre debe superar a la cantidad. Dedicar tiempo cada día a ver series en inglés te ayudará a mejorar tu habilidad para entender el idioma, pero no te garantiza que vayas a recordar palabras nuevas. Ser activo implica definir objetivos y esforzarse para conseguirlos.
¿Qué te parece ver cada episodio con el objetivo de recordar tres palabras o expresiones nuevas? ¿Y si escribes esas palabras en el bloc de notas de tu móvil o en un cuadernito que dejes cerca del sofá? En una semana ya habrás reunido una lista de expresiones como para sorprender a tus amigos, ya sea con términos científicos de Big Bang Theory o con jerga adolescente del último Stranger Things.
Usa aplicaciones didácticas
Para muchos estudiantes, incorporar a sus técnicas de estudio una aplicación para el aprendizaje es el equivalente lingüístico a los esteroides para mejorar el rendimiento (sin los desastrosos efectos secundarios). Hay tantas aplicaciones gratuitas que realmente es cuestión de escoger las que más te gusten.
Está Anki, que te permite crear tarjetas de aprendizaje con un término en inglés por una cara y la traducción a tu propio idioma en la otra (los más vagos podemos acceder a tarjetas ya preparadas). Están también Duolingo y Memrise, más centradas en la gramática, que te piden que traduzcas frases enteras o que ordenes correctamente varias palabras. En ambas aplicaciones las frases aparecen varias veces hasta que llega un momento en que es literalmente imposible olvidarlas. Así que, ¡déjate de perder el tiempo cada día con noticias falsas y vídeos de gatos de camino a tu centro de estudios o al trabajo, y empléalo en conseguir un inglés de primera categoría!
Habla
Habla fuera del aula. Puede que no tengas las correcciones que aporta un profesor, pero lo que sí tienes es un espacio en el que no te van a mirar con lupa, así que eres libre, sin más, de hablar y de disfrutar de cómo fluye el idioma. Muchos estudiantes hablan en inglés con frecuencia en el trabajo o con amigos de otros países. ¿Pero qué pasa con los que simplemente no tienen esa suerte?
Bueno, es cuestión de hacer surgir la oportunidad. Una opción es el intercambio lingüístico. Con cualquier búsqueda en Google sobre intercambios en tu ciudad encontrarás grupos de Facebook o eventos en bares dedicados a reunir a personas. Si no te apetece añadir más actos sociales a tu semana, puedes optar por un compañero por internet. Hay sitios web y aplicaciones como Tandem o HelloTalk que te pondrán en contacto con angloparlantes nativos que quieren tener ocasión de practicar tu lengua.
Y si no te atrae nada de lo anterior, siempre te queda la posibilidad de hablar en inglés con tu familia, pareja o amistades. ¿Por qué no elegís una tarde a la semana como “la hora del inglés”? Tal vez no construyáis las frases más perfectas, pero probablemente os reiréis mucho y hará maravillas con vuestra fluidez oral.