Cuando comienza una nueva etapa valoramos nuestras prioridades y nos fijamos nuevas metas para seguir avanzando. Esto es lo que están haciendo muchos estudiantes de inglés coincidiendo con el inicio del curso.
Nuestra experta Catherine Morley nos ofrece algunas claves y recursos para que, independientemente de nuestro nivel, nos fijemos unos objetivos realistas que nos ayuden a mejorar. También nos da ideas para apoyar el aprendizaje de nuestros hijos.
Morley resume en tres los factores del éxito para aprender inglés: “hay que lanzarse a practicar lo que sabemos y no tener miedo a equivocarse, incorporar el idioma a nuestro día a día y conectarlo con nuestros intereses para mantener la motivación y poder emplearlo mientras hacemos lo que nos gusta”. Además, nos anima a tener en cuenta estos consejos:
1. Centrarse en el medio plazo y en logros concretos. Hay que pasar de lo general a lo específico y fijar nuestras metas en función del nivel que tengamos. Así por ejemplo, debemos aparcar el “quiero hablar inglés con fluidez” y sustituirlo por “quiero poder pedir un taxi en inglés por teléfono”, “escribir un mail para reservar una habitación de hotel” o “ser capaz de resumir las principales noticias del informativo que acabo de escuchar”.
2. Continuar el trabajo en casa. Aprender vocabulario y gramática en clase es importante, pero aún lo es más mantener un contacto regular con el idioma con acciones cotidianas como escuchar la radio, leer artículos o ver series. Para experimentar una verdadera mejora, debemos dejar de pensar en el inglés como obligación y entenderlo como una herramienta útil para abrirnos puertas más allá de lo estrictamente profesional o laboral. Aunque suene a cliché debemos interiorizar la frase English really does allow you to speak to the world.
3. Practicar, practicar, practicar. Para los estudiantes que establecieron su primer contacto con el inglés en el colegio, la expresión oral es uno de sus principales ‘caballos de batalla’. Complementar las clases con un intercambio con nativos o con las actividades y sesiones de Speaking Extra que ofrecemos en nuestros centros, son un modo excelente de perder el temor a equivocarse y ganar fluidez.
4. Empezar a pensar en inglés. Podemos aprovechar los ratos libres para preguntarnos, "¿cómo diría esto en inglés?” o plantearnos situaciones reales y ensayar mentalmente nuestras respuestas en este idioma.
5. Redescubrir el placer de aprender. Leer es un modo excelente de descubrir vocabulario nuevo y asimilar estructuras gramaticales, pero hay que hacerlo seleccionando temas y formatos que nos motiven.
En nuestras bibliotecas hay libros adaptados para estudiantes de diferentes niveles que son de gran ayuda; Oxford tiene opciones para los amantes de la cultura británica y El País en inglés y The Guardian ofrecen artículos conectados con la actualidad. También hay materiales más interactivos para mejorar todas las habilidades en inglés en nuestro portal LearnEnglish, así como concursos y guías en EnglishClub.
6. Sé partícipe del aprendizaje de tu hijo Conseguir que tu hijo te explique con sus propias palabras lo que ha aprendido en clase o improvisar con él un taller de cocina en inglés son fórmulas que nos permiten incorporar el idioma a nuestra rutina.
También podemos probar con juegos como Simon Says, Memory o Snakes and Ladders y proponerles diferentes opciones de juegos de rol (role-playing) para que elijan la situación que quieren escenificar en inglés. Siempre nos podemos inspirar y apoyar en canciones, juegos y recursos de portales como LearnEnglish Kids, pero lo más importante es que le dediquemos un rato cada día a la práctica del inglés.