Por Cath McLellan

16 noviembre 2017 - 17:05

“Todo el inglés que sé lo he aprendido con Tarantino”. Esta fue la respuesta de uno de mis alumnos cuando quise saber dónde había adquirido su excelente bagaje de expresiones coloquiales. Indudablemente, ver películas puede ser un modo fabuloso de perfeccionar tu inglés, y hoy en día, gracias a la reproducción multimedia en internet (el famoso streaming) y a la televisión digital, es más sencillo que nunca.

Tengo comprobado que los alumnos que están en contacto habitualmente con inglés real (especialmente a través del cine) suelen sentirse más seguros a la hora de hablarlo, pero a algunos les cuesta dar el paso a las versiones originales. En esta entrada de nuestro blog vamos a orientarte sobre qué películas en inglés puedes ver, y sobre cómo y por qué verlas para progresar en este idioma.

¿Qué películas ver para mejorar mi inglés?

Muchas veces, mis estudiantes me preguntan: “¿Qué películas me recomiendas para mejorar mi inglés?”. Es comprensible, pero recuerda que por ver unas cuantas cintas no vas a convertirte automáticamente en un hablante casi nativo, y que la finalidad del séptimo arte no es ayudar a aprender inglés, sino fundamentalmente entretener.

Para elegir un título, piensa en algo que te guste y te interese, pues así tu motivación para continuar con ello será mayor. Dicho esto, ten en cuenta que te será más (o menos) sencillo entender una película en función de lo que ya conozcas acerca de su contexto cultural, así como del tipo de película que escojas. Es decir, que aunque te encanten las comedias españolas eso no significa necesariamente que comprender una comedia británica o australiana (o reírte con ella) vaya a resultarte fácil. Del mismo modo, si lo que te va es el cine de arte y ensayo, sus escuetos diálogos no te ofrecerán demasiadas ocasiones para aprender expresiones informales.

Por eso debes pensar en qué tipo de película vas a utilizar. Desgraciadamente, una buena parte del cine actual repite por lo general los mismos esquemas. Pero miremos el lado bueno: casi con toda seguridad, ya estarás familiarizado con el desarrollo típico de la historia, especialmente en el caso de las comedias románticas y del cine de acción o el policiaco, con lo que en vez de tener que esforzarte por seguir el hilo de una trama complicada podrás centrarte en el diálogo y tendrás más posibilidades de pescar expresiones y palabras interesantes.

Por la misma razón, también es buena idea seleccionar títulos que ya hayas visto en tu propia lengua o cuyo argumento conozcas (por haber leído el libro, por ejemplo). Es otra forma de no tener que luchar durante toda la película por enterarte de qué es lo que está pasando, y poder fijarte en otras cosas.

¿Cómo?

Una queja frecuente entre mis alumnos es que les parece difícil disfrutar de una película mientras se esfuerzan por leer los subtítulos. Yo siempre les digo que es cuestión de acostumbrarse. De hecho, en muchos países de todo el mundo lo normal es proyectar o emitir las películas extranjeras con subtítulos. Son muchas las ventajas del cine en versión original, y es una de las razones por las que en los países en que no se recurre al doblaje ni en el cine ni en la televisión la población suele alcanzar niveles más altos de inglés.

Una opción es empezar con los subtítulos en español y el sonido original en inglés. A algunas personas puede parecerles como hacer trampa, pero en realidad es un modo excelente de empezar a hacer oído. Como cuando uno escucha en la radio una emisora en otra lengua: aunque no entienda una palabra, generalmente es capaz de imitar la entonación, y enseguida empieza a reconocer palabras y sonidos habituales en ese idioma. Es un primer paso muy adecuado para mejorar numerosos aspectos de pronunciación, y también un buen modo de empezar a ver cine en versión original cuando todavía tienes un nivel básico de inglés, ya que permite seguir la historia. Más adelante puedes pasar a poner los subtítulos en inglés.

Otra manera estupenda de prepararte es leer una breve reseña o un resumen antes de ver la película. Soy consciente de que no suele apetecer que te la “destripen”, pero puede ayudarte a entender la trama y a conocer a los personajes desde el principio. Hay sitios web muy útiles, como IMDB, que te ofrece un resumen del argumento, así como una lista de los personajes principales.

Si no dispones de mucho tiempo, ¿por qué no empezar con cortometrajes? Requieren menos concentración, y puedes encontrar muchos y muy buenos en sitios como Vimeo. O quizá tengas la posibilidad de acudir a la proyección de algunos cortos nominados a los premios BAFTA.

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películas para aprender inglés

¿Por qué?

Ver cine y televisión en inglés no es un método milagroso para aprender esta lengua, ni te garantiza que nunca vas a tener que volver a coger un libro de gramática (¡lo siento!), pero puede ayudarte en muchos aspectos del aprendizaje:

Pronunciación. Recuerda que la pronunciación no consiste solo en “cómo suenan las palabras”. En el inglés, una parte fundamental es la entonación. La lengua inglesa es “stress-timed” (de ritmo acentual), con unas sílabas más largas y otras más cortas. El español, por el contrario, es “syllable-timed” (de ritmo silábico), lo que significa que las palabras y las frases tienen un ritmo más regular, y si se pronuncia el inglés de esta manera suena francamente extraño. Para acercarse más a la entonación propia del inglés, nada como practicar escuchando a hablantes nativos, y evidentemente el cine es un vehículo maravilloso para ello.

Vocabulario. Muchas veces, los libros de texto se centran en grupos semánticos (por ejemplo, “léxico relacionado con el aeropuerto” o “partes del cuerpo”), que puede ser muy útil para categorizar el vocabulario, pero no suele resultar tan atractivo (ni se recuerda igual de bien) como escuchar las palabras en el contexto en el que aparecen de forma natural. Cuando te sientas ante una película con subtítulos, estás combinando tus capacidades de comprensión lectora y auditiva. Y lo más probable es que haya muchas palabras que se repitan varias veces, lo que facilitará enormemente que se fijen en tu memoria.

Ver películas también es divertido porque muestra todas esas expresiones informales que de verdad utiliza la gente en su vida, incluidas las que no resultan apropiadas para enseñar en clase. El idioma evoluciona constantemente, pero además existen tantas variantes en la lengua inglesa, tanto formal como informal, que ampliar el “inglés de la reina” puede ser muy liberador (y quizá más práctico cuando te encuentres en una situación real) y muy útil para comprender sus distintos registros.

Cultura. Es casi imposible aprender un idioma sin adquirir asimismo algunos conocimientos sobre la cultura o culturas de las que procede; para muchas personas, tan importante es el aspecto cultural de un idioma como saber conjugar los verbos. El cine constituye un recurso excelente para conocer mejor una cultura, ya sea la británica, la estadounidense, la australiana o la de cualquier otro país; además, el hecho de habituarte a escuchar los diferentes acentos y dialectos te ayudará a estar preparado para cuando te enfrentes en la vida real a las distintas variantes del inglés.

A medida que vayas ganando confianza, incluye en tus sesiones cinematográficas algunos clásicos, que igualmente te brindarán la oportunidad de acercarte a la historia y la cultura de ese país.

Así que… prepara las palomitas y ¡pásatelo de cine con una buena película en V. O.!

Cath McLellan

Cath McLellan

Es profesora de adultos, niños y jóvenes en el centro del British Council en Barcelona. Lleva enseñando inglés desde 2003, principalmente en España, pero también en estancias cortas en Japón, Italia y Hong Kong. Redacta materiales sobre inglés como lengua extranjera y trabaja como coordinadora en TeachingEnglish. En su tiempo libre le gusta visitar nuevos lugares en España y el extranjero, escribir sobre diferentes temas, cocinar y escapar de la ciudad de vez en cuando para disfrutar paseando.

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