Por Almudena Díaz
Aunque muchos de vosotros lo recordaréis por su actuación en la Ceremonia Inaugural de los Juegos Paralímpicos de Londres en 2012, Dave Toole lleva más de 20 años moviendo su arte por escenarios de todo el mundo. Los días 23 y 24 de octubre ha bailado al ritmo de Artificial Things con StopGap Dance Company en el Sant Andreu Teatre de Barcelona y ha participado en un encuentro en nuestro centro de la barcelonesa calle Amigó.
1. ¿Qué transmite tu personaje en Artificial Things a través de la danza?
-Se trata de un rol que entra en el grupo de bailarines, siembra el caos y genera problemas entre ellos. Hay tres partes en el espectáculo, en la primera participan cuatro bailarines que trabajan y se comunican todos juntos: cuando yo aparezco en escena les perturbo, intento romper estas conexiones y tomar control de su espacio.
2. ¿Te consideras un bailarín o un actor? En tu caso, ¿pueden separarse estas dos disciplinas?
-Es muy difícil separarlas porque no te puedes mover sin que haya emoción u otros sentimientos de por medio. Todo depende de la obra que representes, pero en la pieza que llevamos a Barcelona tengo un solo que es muy personal para mí: así que los movimientos son muy importantes, pero también los sentimientos que hay detrás de ellos, y es necesario saber transmitirlos de una manera adecuada.
3. ¿Cómo le explicaste a tus padres que querías convertirte en artista? ¿Y cómo reaccionaron?
-Mi familia fue bastante positiva: por aquella época tenía un trabajo muy normal, en una oficina, y les dije que me iba a unir a una compañía de danza. Mi madre, como todas las madres, estaba un poco preocupada porque tenía una profesión segura, pero mi hermana y mis amigos sabían que no era feliz con ese trabajo y me animaron a que me decidiera por este nuevo camino.
4. ¿Cuál es el aspecto más complicado de tu profesión?
-Bailar es bastante duro, tienes que entrenar y tratar de mantenerte en forma: así que la cuestión primordial es evitar una lesión para poder seguir adelante. Si me preguntas ahora mismo, que tengo 51 años, la edad es el factor más difícil para mí y no se puede luchar contra él, así que sólo me queda compensarlo con el trabajo y el esfuerzo diario.
5. ¿Es la integración solo un concepto o una verdadera oportunidad?
-Es un tema un poco complicado: aunque somos una compañía de integración, lo que mueve nuestra actividad y por lo que queremos que se nos conozca es por realizar una labor profesional. Después de la actuación en los Juegos Paralímpicos mucha gente en el Reino Unido me dijo que nunca habían imaginado que las personas discapacitadas pudieran hacer cosas así: les hizo empezar a pensar de un modo diferente y precisamente creo que ese debe ser nuestro papel para contribuir a cambiar las concepciones existentes.
6. Al margen de las artísticas, ¿a través de qué tipo de iniciativas promoverías la diversidad?
-Creo que vivimos en una sociedad diversa por definición: solo tienes que andar por la calle para encontrarte con diferentes tipos de personas. En el caso de la televisión, las series o el cine hay tantos modelos de discapacidad representados que a veces les resulta más fácil retratarlos que emplear actores discapacitados: me resulta extraño porque, al haber tanta diversidad allá donde vayas, creo que su integración directa en la ficción sería un buen punto de partida.
7. ¿Es la igualdad una meta alcanzable en nuestra sociedad?
-Me gustaría pensar que es alcanzable, y que algún día será una realidad. Durante los últimos 20 años hemos experimentado muchos cambios, hay más oportunidades para la gente discapacitada, pero todavía hay un largo camino que recorrer. A veces me parece frustrante que las cosas no ocurran rápido, particularmente en el mundo de la interpretación para actores discapacitados, pero creo que estamos en el camino y que hay que analizar el recorrido de este proceso en función de cada parte del mundo.