Queremos que nuestros hijos estén bien preparados para el futuro. Pero, ¿cómo es el futuro para el que tenemos que prepararlos? Lo que sabemos de ese futuro es que es incierto, globalizado, que requiere de ellos no solo un buen nivel de conocimientos sino también un pensamiento crítico y, como señalaba la experta en talento Noelia López-Cheda, resiliencia, que es “la capacidad de reponerse ante la adversidad con éxito”. ¿Están los colegios preparados para enseñar esto a nuestros hijos?
María Dotor
Nos lo decía Noelia López-Cheda en una ponencia inspiradora: la incertidumbre es el nuevo escenario y la resiliencia es la nueva habilidad. “Todo va muy rápido y no tenemos capacidad de previsión. Hay un estudio que dice que los niños que están ahora en el colegio van a trabajar en profesiones que aún no existen. El no saber lo que va a pasar hace que tengamos miedo”. Por eso, debemos garantizar que nuestros hijos estén bien preparados para el futuro, pero ¿cuáles son esas competencias que les serán más útiles para el futuro?
- Las llamadas habilidades blandas (soft skills)
En su intervención en el World Economic Forum de 2018, el fundador de Alibaba, Jack Ma, alertaba de que “la educación ya no se puede centrar en los contenidos, sino en otro tipo de aspectos en los que las máquinas nunca podrían sustituirnos”. Ellas son más inteligentes, por lo que, en su opinión, debemos enseñar precisamente lo que nos hace distintos, aquello en lo que nunca serán capaces de alcanzarnos.
Los valores, la confianza, el pensamiento independiente, el trabajo en equipo y cuidado de los demás son aspectos fundamentales para él. Las empresas cada vez valoran más estas habilidades. - Idiomas
La globalización está aquí para quedarse y va a ser el entorno en el que nuestros hijos se tendrán que mover. Por eso es importante que nuestros hijos manejen, de verdad, varios idiomas y sepan dominarlos con soltura. Además, el contacto con personas nativas y con diferentes culturas hará que nuestros hijos se sientan cómodos en el entorno internacional en el que les va a tocar vivir. - Actitud abierta y flexible
La preparación no vale demasiado si la actitud no es la adecuada para llevar una vida llena de aprendizajes y desafíos. Que nuestros hijos se sientan cómodos afrontando retos es fundamental. Que tengan una mentalidad abierta y estén dispuestos a evolucionar es vital para que no se queden atrás. En definitiva, que no les de miedo al cambio, que lo vean como un proceso natural en sus vidas. - Resiliencia
Según la Real Academia Española, la resiliencia es la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”. Es decir, la resiliencia es la habilidad que tenemos los seres humanos para sobreponernos a situaciones dolorosas o complicadas de nuestra vida o incluso de adaptarnos cuando se dan situaciones de incertidumbre. Vivimos en un momento histórico en el que todo sucede a una velocidad vertiginosa. Tenemos toda la información que podamos imaginar a golpe de clic, las modas vienen y van tan rápido que casi no tenemos tiempo de asimilarlas y la tecnología ha invadido casi todos los rincones de nuestras vidas.
Por tanto, la resiliencia es una capacidad que, si ayudamos a nuestros hijos a desarrollar, les proporcionará muchos beneficios tanto ahora como en su futuro. Pero no se trata solo de aprender a sobreponerse ante situaciones complicadas, ser resiliente también implica:
- No rendirse ante los fracasos o complicaciones, sino levantarse y volverlo a intentar.
- Aprender de los errores y las caídas.
- Enfrentarse a los problemas y adversidades inesperadas.
- Aprender a gestionar emociones como la tristeza, el enfado, la frustración…
- Seguir creciendo y madurando a pesar de los contratiempos.
- Aprender a actuar bajo presión. - Inteligencia emocional
Aunque hasta hace muy poco solo dábamos importancia a la inteligencia racional, la que tiene que ver con el cálculo, las matemáticas, la lógica…hoy sabemos, que la inteligencia emocional es mucho más determinante en el éxito en la vida que el cociente intelectual.
Tener inteligencia emocional es saber identificar todas y cada una de nuestras emociones, es ponerles nombre, es legitimarlas, es saber expresarlas de la forma correcta y con la intensidad adecuada, es ser empáticos, asertivos, es ser conscientes de las necesidades de los demás y de las mías propias…
Ahora bien: ¿existe un colegio que inculque a sus alumnos y alumnas todas estas competencias?
El British Council School cumple todos estos criterios:
- El British Council School apuesta por una educación verdaderamente bilingüe y por actividades internacionales que ayudan a nuestros hijos a crecer en un entorno internacional.
- Este colegio tiene la resiliencia entre los valores que hacen de hilo conductor, así como el interés por proponer a los niños y niñas superar retos y pensar de forma crítica.
- La metodología pedagógica en este colegio es interactiva, personalizada, en grupos pequeños, fomentando la autonomía para aprender.