Martes, 16 de febrero de 2021

1er aniversario covid-19: especial enseñanza de inglés

  • El 87% de los docentes del British Council afirmaban sentirse cómodos dando clases online, según las encuestas realizadas por la institución en mayo y julio.
  • Las encuestas también desprenden la necesidad de crear un enfoque pedagógico específico para el entorno online y de favorecer el aprendizaje colaborativo y una genuina motivación.

2.000 profesores y 70.000 niños y jóvenes estudiando inglés en 170 centros de 48 países. Cuando empezaron a notarse los efectos del covid, el paso a la enseñanza digital se tornó un tema de urgencia en el British Council. En apenas 10 días, las clases pasaron del entorno presencial al online, y profesores y estudiantes fueron aprendiendo y aplicando las reglas de un nuevo paradigma educativo sobre el terreno de juego.

Para conocer las percepciones de sus profesores ante esta acelerada transformación digital, así como las claves de la nueva aula virtual de inglés y de la formación para docentes, el British Council ha realizado encuestas y focus groups entre su comunidad docente, cuyas conclusiones no dejan lugar a dudas.

El aprendizaje de inglés online ha venido para quedarse: es presente y futuro. Ya en los meses de mayo y julio, cuando se realizaron los estudios, un 87% de sus profesores afirmaban sentirse cómodos dando clases online, además de satisfechos ante la expectativa de continuar haciéndolo en el futuro (un 68% de los encuestados así lo afirmaban). El 65% de los docentes percibían, además, que sus estudiantes disfrutaban e interactuaban bien durante sus clases online.

Ante unas perspectivas tan prometedoras, los retos de la enseñanza de inglés descansan ahora en la necesidad de crear un enfoque pedagógico específico para el entorno online, que se apoye en nuevas técnicas y herramientas. La prioridad es favorecer el aprendizaje colaborativo y una genuina motivación online, que revierta en una mayor socialización, colaboración y confianza de los estudiantes con el idioma.

En esta línea de mejora y exploración continua, los expertos del British Council comparten algunos de los aprendizajes de este primer año de transformación digital en sus clases con niños y jóvenes:

  1. La formación y la cooperación entre docentes es clave. La colaboración entre profesionales de diferentes ciudades y países para identificar las mejores prácticas y aplicarlas a sus clases, así como la aparición de fórmulas de aprendizaje más horizontales han tenido un papel muy importante en el cambio de paradigma y se confirman como vías válidas para el futuro. Para este fin, el British Council cuenta con un equipo de Teaching Excellence, encargado de activar planes de Desarrollo Profesional Docente para sus profesores y de monitorizar sus necesidades y detectar nuevas tendencias en el mercado de la enseñanza y aprendizaje del inglés, a través de la investigación.
  2. El componente emocional de los más pequeños. Cuando hablamos de aprendizaje online, los niños de hasta 6 años son el colectivo más sensible. Su todavía limitada capacidad de concentración y la necesaria colaboración de los padres a la hora de preparar las clases hacen necesarias grandes dosis de innovación y personalización. La introducción de objetos reales y cotidianos en el aula (realia) para proponer una sesión de cuentacuentos ‘marina’ -empleando arena- o la búsqueda de objetos de un determinado color en la habitación de los estudiantes permitieron conectar la clase online y el entorno offline de sus hogares. De este modo, las clases se integran en la intimidad de los más pequeños, que perciben el inglés como algo cercano y se sienten motivados para participar y seguir aprendiendo, más allá de las sesiones.
  3. Comunicación y colaboración en Primaria y Secundaria.  Los niños y jóvenes desde 8 años tienen mayor autonomía y capacidad de producir lenguaje. Por eso, se puede sacar todo el partido a herramientas propias del aula digital como las break out rooms (grupos de trabajo reducidos), en los que los estudiantes trabajan, escriben o debaten en torno a una temática para desarrollar conjuntamente una actividad. A través de este sistema, no solo practican nuevo vocabulario y estructuras en inglés, sino que desarrollan habilidades clave para su futuro, como el trabajo en equipo, la resolución de problemas, la creatividad o el pensamiento crítico.
  4. Aprendizaje global y multicultural. La digitalización de la enseñanza también ha ampliado las fronteras del aula de inglés. Además de asistir a clase con estudiantes de otras ciudades del país, proyectos transnacionales como Connecting cultures permiten conectar a estudiantes españoles con otros de la red de países del British Council, como Egipto, Rumanía, Baréin. Estas sesiones no solo posibilitan el aprendizaje de la lengua, sino un acercamiento y entendimiento entre culturas que preparan a los jóvenes para un futuro global.
  5. Un entorno online seguro. Garantizar que las clases online se convirtieran en un espacio seguro para los niños y jóvenes ha sido una de las máximas de esta transición digital.  La colaboración entre familias, profesores y el equipo de Protección de la Infancia del British Council ha sido clave para desarrollar protocolos de conducta online y seminarios de formación para que todos los actores implicados aprendan a identificar, denunciar y afrontar situaciones de peligro.