Jueves, 10 de junio de 2021

 

Iniciativas como Connecting Cultures, del British Council, favorecen una experiencia educativa y social, que combina multiculturalidad, inglés y habilidades clave para el futuro.

  • En su puesta a punto para la nueva temporada, el programa ya ha conectado a 2.042 estudiantes de inglés de Secundaria de 21 países.
  • La multiplicidad de culturas, modalidades de aprendizaje y competencias puestas a prueba hacen de estas soluciones una alternativa a la movilidad internacional. 

Comienza la cuenta atrás para el segundo verano marcado por la pandemia. Durante estos días, las familias exploran las alternativas con las que poder suplir el intervalo de tiempo entre su periodo vacacional y el de sus hijos. En algunos casos, la búsqueda de opciones que combinan diversión, educación e idiomas son la opción ganadora.

Según datos de la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero, en los últimos años, más de 120.00 españoles se han desplazado a aprender idiomas a otros países. Las restricciones a la movilidad por el covid-19 y las medidas sanitarias asociadas amenazan un año más con poner el freno a muchos planes internacionales.

En este contexto, algunas instituciones educativas han globalizado el enfoque de sus campamentos de verano, a través de soluciones que aúnan la mejora del inglés, el desarrollo de habilidades clave para el futuro y la socialización de los estudiantes.

Una de ellas es el programa Connecting Cultures del British Council que, ya en su puesta a punto antes de la temporada estival, ha conectado a 2.042 estudiantes de inglés de Secundaria de 21 países tan dispares como España, Ucrania, Singapur, Egipto o Qatar. Una experiencia multicultural y educativa en alza, que solo en esta fase de pruebas ha ampliado en un 22% el número de jóvenes y en un 75% los países participantes, respecto a la edición piloto del verano pasado.

El objetivo de la iniciativa es, en palabras de Samantha Lewis: “Ampliar la conciencia global y cultural de nuestros estudiantes, mientras se comunican en inglés y adquieren competencias clave para su futuro trabajando en equipo y resolviendo problemas con estudiantes de otros países”.

 Así, la responsable de Programas de Secundaria del British Council en España añade que este enfoque educativo holístico, unido al establecimiento de relaciones entre jóvenes de todo el mundo, convierten esta renovada versión de los campamentos de verano en una experiencia integral y enriquecedora, en medio de las limitaciones pandémicas. Según esta experta, las claves educativas que explican el buen funcionamiento de programas como Connecting Cultures son cuatro:

  1. Educación en valores. En un mundo globalizado e hiperconectado, la capacidad de respetar y aprender de otras culturas es clave. Según el informe PISA 2018 Competencia Global, los jóvenes españoles son líderes europeos en materia de tolerancia cultural, y destaca su capacidad de actuar conforme al bienestar colectivo.

    Connecting Cultures ofrece a los estudiantes la oportunidad de entrar en contacto con jóvenes de todo el mundo, desarrollando una conciencia global y entendiendo sus semejanzas y diferencias en un contexto educativo significativo. El acercamiento, tolerancia y respeto por otras formas de vida se va inculcando a lo largo de sesiones en las que la interacción, la diversión y la apertura a lo desconocido son algunos de los alicientes.

  2. Aprendizajes significativos. En este contexto, y en línea con la nueva apuesta del Gobierno español en materia educativa, las clases se convierten en espacios de desarrollo de herramientas y competencias, como su capacidad de aprendizaje continuo, que permitan a los jóvenes afrontar los retos y desafíos del futuro.

    En este sentido, los campamentos de verano actúan como pequeños simulacros de situaciones reales, en los que los estudiantes trabajan juntos para desarrollar y presentar proyectos con jóvenes de contextos culturales diferentes. De este modo, desarrollan su confianza expresándose en inglés, mientras dan rienda suelta a su creatividad, capacidad de persuasión y habilidad para cooperar y resolver problemas.

  3. Educación multidimensional. La aceleración digital experimentada por la educación como consecuencia de la pandemia tiene también un reflejo directo en los campamentos de verano. Ya sea en su versión tradicional o digital, iniciativas como Connecting Cultures son la puerta de entrada a experiencias de aprendizaje sincrónico y asincrónico, en los que se combinan experiencias presenciales y en línea.

    Así, los estudiantes de España pueden trabajar, a tiempo real desde su clase, en un proyecto con jóvenes de Egipto que están conectados desde sus casas. En otras ocasiones, se realizan actividades de manera asincrónica, lo que obliga a preparar materiales de vídeo que refuerzan las habilidades de digitalización de los jóvenes y rompen la dinámica habitual de una clase.

  4. Competencias lingüísticas. El inglés es el hilo conductor y, por tanto, el vehículo que permite establecer conexiones entre culturas, cuando los estudiantes no comparten su lengua maternal. La exposición a diferentes acentos en inglés no hace sino enriquecer el contexto lingüístico, ya que los jóvenes deben poner en práctica su capacidad para pedir aclaraciones, explicar sus ideas de un modo diferente o negociar ciertos significados. En definitiva: deben poner todo de su parte para comunicarse en inglés de la forma más clara y efectiva posible, una habilidad que les será de total utilidad para su futuro.