Martes, 20 de abril de 2021

Día Mundial de la Tierra – 22 de abril

  • Gracias al “Gardening Project” de British Council School y la línea de Soluciones Verdes Urbanas de FUNDACIÓN JUAN XXIII, que se desarrolla desde 2019
  • Inclusión, agricultura ecológica, temporalidad de los cultivos, consumo sostenible y biodiversidad, los aprendizajes clave del proyecto
  • Los niños, un agente de cambio en las familias para redefinir nuestra relación con la naturaleza

Madrid, 20 de abril de 2021.- ¿Qué verdura de temporada debería comprar en abril? ¿Cómo plantar un tomate? Los niños del programa “Gardening Project” pueden responder a estas preguntas mejor que sus padres, gracias a este proyecto que desde 2019 sensibiliza y educa a 280 pequeños de entre 5 y 7 años a través del aprendizaje vivencial y una metodología sensorial. 

La iniciativa se desarrolla mediante huertos escolares en los que los niños se convierten en pequeños agricultores que aprenden sobre los ciclos de los cultivos, el consumo sostenible, las diferencias entre las especies vegetales o la agricultura ecológica, despertando además su curiosidad y su concienciación sobre el cuidado de la tierra y la importancia de una alimentación saludable.  

La inclusión es un aspecto clave del programa, ya que el cuerpo de formadores y transmisores está compuesto también por personas con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental, que ayuda a trasladar una visión empoderada y normalizada de este colectivo desde las edades más tempranas. 

El “Gardening Project” incluye asimismo un Observatorio de la Naturaleza, con muchos recursos y herramientas para que los niños puedan comprender conceptos teóricos vinculados con la sostenibilidad de manera totalmente empírica. Para ello, este espacio cuenta con una diversidad de plantas muy sensoriales que los niños aprenden a reconocer, una estación meteorológica, un nicho de biodiversidad e incluso un pequeño estanque, que sirven como ventana de comprensión a la naturaleza y nuestra relación con ella. 

Rebekah Willis, de British Council School, destaca el impacto que esta actividad tiene sobre el rendimiento académico de los niños, que “aprenden no sólo a cuidar de la naturaleza y se convierten en agentes de la sostenibilidad dentro de sus casas, sino también a trabajar en equipo y tratar a los demás con respeto y amabilidad. Es además una experiencia increíble verlos trabajar junto con nuestros amigos de la Fundación Juan XXIII y cómo ellos comparten su amor por la naturaleza de manera tan entusiasta”. 

Contar con un espacio de naturación urbana  tan singular  como es el Observatorio de la Naturaleza y la posibilidad de desarrollar este proyecto de educación ambiental inclusiva es una gran oportunidad de llevar a cabo un aprendizaje empírico y vivencial, que contribuya a formar a las próximas generaciones en una nueva relación con el planeta y con sus semejantes, fomentando un entorno más  sostenible, inclusivo y con calidad de vida para las generaciones actuales y futuras”, afirma Maíra Pizetta Dias, coordinadora del proyecto en la línea de Soluciones Verdes Urbanas de la Fundación Juan XXIII.