Sian Carr ha participado este fin de semana en la VI Jornada sobre Educación Británica organizada por el British Council School. Directora de la Skinners’ Kent Academy, Carr es experta en políticas educativas en Reino Unido, donde ha puesto en marcha el nuevo currículo de secundaria y asesora en los procesos de evaluación a los centros.
En la jornada también participó Mercedes Hernández Estrada, que asumirá la dirección del British Council School en el próximo curso 2018/2019. Estrada ha estado al frente de la dirección de numerosos centros en Reino Unido -el último el Upton Court Grammar School, centro de excelencia de Londres- y experta en liderazgo educativo británico, donde asesora en políticas educativas a numerosos colegios.
Carr explicó las claves del aprendizaje del siglo XXI en una ponencia dirigida a educadores y familias, en la que el Embajador de Reino Unido en España, Simon Manley, intervino destacando el papel de la educación británica como modelo de excelencia en el mundo.
“Vivimos en un mundo globalizado donde estamos expuestos a una gran diversidad lingüística, cultural, multinacional y la educación tiene un papel significativo para desarrollar las competencias necesarias para poder vivir en él”, explicó Carr. “Tenemos que enseñar a los niños a convivir en este nuevo modelo social en el que uno es ciudadano del mundo. Estamos ante una generación tecnológica y esto también entraña riesgos. Podemos comprar comida, ver vídeos o cerrar reuniones por internet, pero esto también ha ocasionado que aparezcan problemas como el ciberbullying o la pérdida de identidad. Actualmente existen nuevos puestos de trabajo que antes no existían y que están vinculados a las redes sociales y a los entornos digitales. Estamos ante una generación muy especial porque el acceso a la información no tiene barreras y debemos adaptarnos a una nueva forma de aprender y de enseñar”
Carr señaló la importancia de los colegios y las familias en el proceso educativo. “Ambos deben trabajar juntos para poder ayudar a los jóvenes a enfrentarse a una sociedad cada vez más compleja. Hay que promover la escuela como un lugar ecléctico, excitante, que ofrezca oportunidades dentro y fuera de la clase, que trabaje constantemente con las familias y que promueva actividades extraescolares que les motiven a continuar con lo aprendido en las aulas”, explicó. “Hay que aprender conocimientos pero también hay que saber desarrollar resiliencia para enfrentarse al mundo”.
En este sentido, apeló al papel de los profesores y a la importancia la motivación. “Es muy importante que el profesorado esté formado pero también que sea apasionado. Los profesores deben hacer las clases tan dinámicas como el mundo en el que se mueven, deben usar la tecnología de forma positiva y para eso es importante la creatividad y la innovación. Está demostrado que los niños aprenden mejor cuando alguien les motiva”.
Entre los beneficios del sistema británico destacó la importancia de considerar a cada niño de forma individual. “Cada niño es diferente y aprende a un ritmo diferente y el sistema educativo tiene que promover la responsabilidad personal y entender que el mundo actual está marcado por la diferenciación, por la convivencia de muchas culturas y por la tolerancia a los demás”.
En este sentido, Mercedes Hernández Estrada, destacó las claves de la metodología británica como modelo educativo. “Es un sistema de educación progresivo donde se apoya a los niños desde edades muy tempranas. También es muy ambicioso porque promueve el pensamiento crítico y la superación desde niños”, explicó. “Consideramos que cada niño es único y es muy importante que aprendan a sentirse seguros e independientes a través de relaciones positivas con los demás”.
“Está comprobado que se aprende mejor cuando el entorno es favorable y es flexible a las necesidades de cada niño de forma individual”, señaló. “Los alumnos se desarrollan y aprenden de diferentes maneras y a diferentes ritmos y los colegios deben adaptarse a esta realidad tanto en su forma de enseñar, como con los materiales empleados para que sean acordes a las necesidades de su aprendizaje”, explicó.
Entre los objetivos prioritarios destacó la importancia de “inculcar valores como el respeto a los demás y enseñar a los niños a manejar y a entender sus sentimientos”. “Cuando un niño aprende a manejar sus emociones, entiende mejor el mundo que le rodea y empieza a ser consciente de que hay más personas alrededor con las que interactuar y a las que respetar”.
Hernández Estrada señaló también que en el curriculum británico la experimentación práctica es muy importante. “El juego es la base en los primeros estadios del aprendizaje ya que jugar y explorar promueve un aprendizaje activo y los niños aprenden a crear y a pensar de forma crítica, a entender las relaciones con los demás y a expresarse mejor”.
“Por ello es muy importante contar con personal motivado que fomente el aprendizaje. No tanto una cuestión de recursos sino de imaginación, y de crear espacios lúdicos que de manera práctica permita afianzar los conocimientos adquiridos”.
La VI Jornada de Educación británica forma parte de las actividades organizadas por el British Council School para fomentar la educación británica en España.