Antes de venir a vivir a España, asistí a clases por las tardes para tratar de adquirir unos conocimientos elementales de español. Asimismo, saqué de la biblioteca pública varios CD que prometían descaradamente que llegaría a hablar con fluidez en 30 horas, lo que me parecía demasiado bueno para ser verdad. Pensé que dedicando una semana a estudiar de forma intensiva llegaría preparada para interactuar e impresionar a los nativos con mi dominio de la lengua castellana.
Por supuesto, esas disparatadas promesas eran demasiado buenas para ser verdad, y pronto comprendí que no es posible aprender un idioma en cuestión de horas, días o incluso meses. Con los años, sin embargo, he conseguido dominar (más o menos) el español, he aprobado exámenes oficiales y he ayudado a mis alumnos a estudiar inglés y a prepararse para sus propios exámenes. A raíz de todo ello, estos serían mis ocho consejos básicos para estudiar inglés de la mejor forma:
1. Sé constante
Poquito y a menudo quizá no parezca la manera más emocionante de hacer nada, pero suele ser la más eficaz si se trata de aprender una lengua extranjera. No hay nada como la constancia en el estudio para garantizar el éxito a largo plazo. Es importante reservar un hueco diario o semanal para el inglés (o para el idioma que quieras), así que sé realista respecto al tiempo que eso supone. Cinco o diez minutos al día es mejor que cinco horas una vez cada dos meses pues, al igual que ocurre en el deporte, si no te ejercitas con la regularidad suficiente, enseguida pierdes la “forma”, y la próxima vez que lo practiques estarás anquilosado.
Por ejemplo, leer con frecuencia viene de maravilla para ampliar el vocabulario, mejorar la gramática y ganar soltura a la hora de escribir. Aunque no necesariamente tienen que ser las obras completas de Shakespeare: hasta las noticias breves de alguna publicación o las entradas de un blog te ayudarán de verdad a mejorar tu nivel. También funciona muy bien habituarte a escuchar inglés, por ejemplo, con estos podcasts para estudiantes, o con otros sobre cualquier tema en inglés, ya que te permiten ir haciendo oído en ese idioma.
2. Los porqués
Pregúntate por qué estás estudiando. ¿Es para mejorar tus perspectivas profesionales? ¿Porque tus padres te obligan? ¿Para impresionar a un chico o a una chica de otro país que acabas de conocer? ¿Porque quieres irte a vivir al extranjero? ¿O quizá porque adoras los phrasal verbs? Cuando hayas reflexionado sobre tu motivación, te será más fácil pensar en qué necesitas estudiar exactamente, con el fin de centrarte en ello y no perder el tiempo, y además te ayudará a fijarte objetivos (como veremos en el siguiente punto).
3. Fíjate objetivos a la hora de estudiar inglés
Marcarte objetivos realistas y que se puedan medir es clave cuando te planteas cualquier desafío. “Voy a mejorar mi inglés” no constituye realmente un objetivo, sino una esperanza. En cambio, “Voy a leer todos los días las noticias en inglés por internet” sí entra dentro de esa categoría, porque es realista (esperemos) y porque puedes determinar claramente si lo estás consiguiendo o no.
4. Ve a clase o búscate un profesor
Asistir a clase o tener un profesor particular que te oriente y te ayude a alcanzar tus metas es una idea excelente. Es importante encontrar el curso de inglés y el profesor adecuado a tus necesidades, aunque una vez hayas identificado claramente por qué estás estudiando y qué objetivos tienes debería ser sencillo. Si te estás preparando para algún examen, un buen profesor debería poder aconsejarte sobre los recursos que puedes emplear, hacerte comentarios realistas acerca de tu progreso y ayudarte a ver en qué momento estás listo para presentarte al examen.