Siempre que sale en clase el tema de la gastronomía inglesa, me divierte oír cómo describen mis alumnos lo mala que era la comida que probaron en un viaje al Reino Unido. (“¡Qué asco!”, “Era como comida de gato”, etc.). Pero también me resulta sorprendente. Habiendo pasado algunos años de mi vida en Inglaterra, solo tengo gratos recuerdos de sabrosas pies, riquísimos platos aderezados con curri y cremosos postres. Así pues, ¿qué es lo que provoca tal horror a mis estudiantes?
Tengo la sensación de que su reacción está más ligada a la terrible fama de la comida típica inglesa que a lo que de verdad tomaron en suelo británico. Hay quien sugiere que esta infamia se originó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando resultaba difícil encontrar alimentos frescos y variados en el Reino Unido. Por desgracia, esa reputación histórica tan negativa ha permanecido, a pesar de que se trata claramente de una leyenda en la Inglaterra actual, cuna de algunos de los mejores chefs y restaurantes del mundo. Sigue leyendo para saber qué platos muestran la deliciosa realidad culinaria inglesa y no debes perderte.
Roast dinner
El roast dinner, también conocido como roast beef, es probablemente el plato inglés más característico y el más consumido en los días de fiesta. Se compone de carne asada (por lo general de vaca o de buey), patatas asadas, verdura (frecuentemente zanahorias, brócoli o guisantes, a veces los tres), gravy (salsa de carne) y, por supuesto, un pudin de Yorkshire (un bollo pequeño y redondo). El famoso roast es el menú típico para las reuniones en familia de los domingos o de otras ocasiones especiales. Existen pequeñas variantes, pero todas ellas incluyen una minimontaña de comida en un mismo plato. Tras este copioso almuerzo se impone una siestecita en el sofá, de modo que este asado se convierte además en un método muy eficaz para evitar discusiones familiares durante la sobremesa.
Curri
No es raro que en el Reino Unido sean tan forofos de las recetas que incluyen este condimento. Primeramente, porque les encanta el picante (cualquiera que haya probado la mostaza fuerte inglesa estará de acuerdo conmigo). En segundo lugar, por la enorme población británica de origen indio, pakistaní o bangladesí. De hecho, hay quien defiende que algunos tipos de curri (como el Tikka Masala) surgieron en comunidades asiáticas en el Reino Unido. Hay muchos que gozan de gran aceptación en Inglaterra, pero actualmente, según las encuestas, parece que los gustos tienden en general cada vez más hacia los más picantes. El que goza de mayor popularidad hoy en día es el Jalfrezi, con carne o pescado marinado, muchas especias, tomates y, por supuesto, guindilla verde.
Pies
¿Has visto el conocido musical Sweeney Todd? Es una historia deliciosamente horrenda de dos asesinos que trocean a sus víctimas para preparar con ellas exquisitas pies (léase “páis”, empanadas o empanadillas) de carne para los confiados clientes que frecuentan su local en el Londres victoriano. Bueno, no te preocupes, porque los ingleses no comen carne humana (habitualmente). En cambio, les encantan las pies, que pueden ser dulces o saladas, vegetarianas o de carne. La más famosa es probablemente la Steak and Kidney Pie, que como puedes imaginar por su nombre lleva un relleno de carne de vacuno, riñones, champiñones y salsa. Un sustancioso manjar, que combina de maravilla con una buena pinta de cerveza.
Fish ’n’ chips
No se trata solo de un estereotipo para turistas; el fish and chips es realmente un plato muy popular en Inglaterra. De hecho, la mayoría de los barrios y de los pueblos cuentan con su propio chipper o chippy, un pequeño establecimiento donde los clientes hacen cola para llevarse su fish ’n’ chips (o a veces patatas fritas con pollo, patatas fritas con salchichas, incluso el infame sándwich de patatas fritas conocido como chip butty). Tal y como sugiere el nombre, el fish ’n’ chips consiste en pescado rebozado (generalmente bacalao u otro pescado blanco) y patatas, fritos ambos en aceite abundante, y muchas veces acompañados de puré de guisantes, salsa tártara, coleslaw (ensalada de col con mayonesa) o incluso, como habrás adivinado, salsa al curri. Es muy normal encontrarse con largas colas en el chipper a altas horas de la noche pues, dado que la mayoría de los pubs cierran antes de las doce, el chipper es el lugar perfecto para saciar el hambre tras unas cuantas copas. ¿Quieres saber más sobre las costumbres británicas y la cultura de los pubs?
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Stir-fry
Por lo que respecta a la cocina casera, una reciente encuesta mostró que el stir-fry es el plato más habitual en el Reino Unido, donde uno de cada cinco habitantes afirman tomarlo al menos una vez a la semana. De hecho, los británicos gustan de probar sus propias variantes de este sofrito de origen chino tan sencillo como apetitoso. Solo hace falta un wok (sartén honda) para saltear algunas verduras (cebolla, pimientos, brócoli…) y quizá algo de carne o tofu con especias (como jengibre, ajo, etc.) y una salsa (a menudo salsa de soja). Suele servirse con arroz, se prepara para toda la familia en cuestión de minutos y sus crujientes verduras frescas garantizan un considerable aporte de nutrientes. Si te animas a cocinar este u otro plato con los peques de la casa, échale un vistazo a nuestros consejos y recetas en inglés para niños.
Fry up
Si el stir-fry es un buen ejemplo de cocina saludable, el fry-up se halla en el extremo opuesto. También conocido como full English breakfast o desayuno inglés, es una combinación de alimentos ricos en grasas que provocarían un ataque de pánico a cualquier cardiólogo. Salchichas, beicon, huevos fritos, tomates fritos, champiñones fritos, judías en salsa de tomate, tostadas con mantequilla… Los ingredientes de este contundente desayuno admiten distintas posibilidades, siempre y cuando incluyan cuantiosas cantidades de grasas y de sal. Las generaciones anteriores consideraban el fry-up como una de las maneras más sanas de empezar el día por su elevado contenido energético. Actualmente, sin embargo, es menos frecuente, pero todavía conserva su popularidad, y para muchos es el mejor modo de prepararse para un frío día de invierno, sobre todo cuando se acompaña de una taza de té bien caliente.
Sándwiches
De acuerdo, el sándwich no es exactamente un plato. ¿Pero cómo podríamos omitirlo en una lista de comida inglesa? En el Reino Unido es más que un tentempié: es una institución. Según una reciente encuesta, la ciudad inglesa más obsesionada con los sándwiches es Leeds, cuyos habitantes consumen una media de veinte al mes (básicamente, uno al día de lunes a viernes). Antes de poner los ojos en blanco o de juzgar, recordemos que los sándwiches británicos suelen ser bastante sustanciosos y no se limitan a dos rebanadas de pan con un poco de jamón cocido dentro. Cualquier establecimiento que sirva sándwiches ofrece un amplio surtido de tipos de pan, carnes, quesos, pescados, relishes (verduras en escabeche) y ensaladas, ya que pueden llegar a combinar numerosos ingredientes, e incluso ser de dos pisos, como los autobuses de Londres.
Sticky toffee pudding
Uno de los programas de televisión más vistos en el Reino Unido se titula The Great British Bake Off (La gran hornada británica), y en él los participantes compiten por preparar las tartas y postres más deliciosos. La popularidad de este concurso es indicativa de la obsesión nacional por el pudding (nombre que utilizan los ingleses para referirse a cualquier tipo de postre). Pero, sin duda, uno de los más apreciados es el Sticky Toffee Pudding, un bizcocho a base de dátiles finamente troceados, con una salsa de caramelo bastante pegajosa y que suele servirse coronado con nata o natillas. No pierdas demasiado tiempo contando calorías; simplemente trata de convencerte de que paladear este riquísimo bizcocho tibio es necesario para sobrevivir al desapacible clima inglés.
Para terminar querría resaltar la enorme diversidad gastronómica existente en Gran Bretaña. Una incursión en cualquier supermercado inglés te mostrará una amplísima gama de ingredientes para todos los gustos y necesidades dietéticas (incluidas las de tipo vegetariano, sin gluten, halal, kosher o cualquier otra). Así que la próxima vez que viajes al Reino Unido olvida esas ideas trasnochadas de comida monótona e insípida. Busca un agradable pub o restaurante, abre la mente, y después la boca, y antes de que te des cuenta, aunque ya estés de vuelta en España, estarás soñando con convertirte en el próximo Jamie Oliver.