Los trabalenguas en inglés son una de las muchas formas que existen de mejorar tu pronunciación, y de las más populares. Con ellos puedes practicar sonidos que presentan especial dificultad, observar dónde recae el acento de la palabra y de la frase, e incluso memorizar combinaciones de palabras o elementos gramaticales concretos.
Sin embargo, utilizarlos para aprender a lidiar con sonidos complicados o a detectar contrastes entre unos y otros puede ser comparable a aprender a nadar lanzándose directamente al extremo más profundo de la piscina. A veces funciona, aunque no a todo el mundo le agrada un método tan enérgico. Pero si crees que puede venirte bien, no seas demasiado duro contigo mismo y recuerda que el objetivo no es reproducir los sonidos a la perfección en unos minutos, sino más bien darte cuenta de qué partes te cuestan más, centrándote en ellas aisladamente (no hay que decir siempre el trabalenguas entero) y descansando cada poco tiempo.
En esta entrada de nuestro blog te explicaremos cómo abordar los trabalenguas en inglés y te ofreceremos ejemplos tanto para niños como para adultos, con especial atención a algunos de los sonidos que resultan más confusos para los hispanohablantes.
Cómo enfrentarse a los trabalenguas
Podríamos decir que un trabalenguas es un fragmento de un idioma que presenta ciertas dificultades a la hora de pronunciarlo. Por ello, algo que suelo hacer en clase para dominar este tipo de retos es lo que denominamos “back chaining” (“encadenar hacia atrás”), una técnica con la que vamos trabajando desde la última sílaba hacia atrás, añadiendo una sílaba o palabra cada vez, hasta llegar al principio. Por ejemplo, para aprender el trabalenguas “I scream, you scream, we all scream for ice cream!” (“Yo grito, tú gritas, todos pedimos helado a gritos”), empezarías así:
cream
Entonces pasarías a:
ice cream
for ice cream
scream for ice cream
Y así hasta llegar al principio…
Una pronunciación fluida o el arte del connected speech
Cuando practicas el back chaining para aprender un trabalenguas (u otro tipo de combinación complicada de palabras) con un profesor, este te puede señalar cómo se unen de forma natural unas sílabas con otras al hablar o, lo que es lo mismo, el connected speech, que en el trabalenguas que acabamos de ver se puede percibir claramente en:
I-scream
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/aɪskriːm/
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(la misma pronunciación que “ice cream”)
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we(y)all
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/wɪjɔːl/
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(al pronunciar “we” + “all” se interpone el sonido /j/, como si añadiéramos una “y”, entre la vocal de final de palabra y la del inicio de la palabra siguiente, con el fin de facilitar su identificación como dos palabras claramente distintas)
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fo_ rice cream
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/fə raɪskriːm/
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(la “r” final pasa a la siguiente palabra, ya que es más fácil empezar una palabra que terminar otra con el sonido /r/)
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Tratar de identificar esta unión natural entre unas sílabas y otras por tu cuenta puede ser otra actividad muy útil. Muchos trabalenguas los puedes encontrar con audios y, mediante una escucha atenta y practicando, entenderás cada vez mejor en qué se diferencia, y por qué, el inglés hablado del escrito.
No hay que tenerle miedo al concepto del connected speech. De hecho, si preguntamos por qué se utiliza, la respuesta es, casi invariablemente, “para que sea más sencillo de pronunciar”. Como expresiones fijas y rítmicas que son, los trabalenguas constituyen un modo excelente de mejorar tu fluidez aprendiendo a unir las sílabas con seguridad.
Acento de palabra y de frase
Hablando de ritmo, los trabalenguas también nos enseñan mucho sobre el acento de la palabra y el de la frase, es decir, qué sonidos enfatizamos y articulamos con mayor claridad dentro de una palabra o de una oración, como ya vimos en nuestra entrada sobre canciones para aprender inglés.
En el trabalenguas anterior, podemos percibir dónde recae el acento en la frase si nos fijamos en que las palabras “we” y “for” no reciben fuerza dentro de la oración, y por ello resultan menos perceptibles. El ritmo del conjunto del trabalenguas es:
I scream, you scream, we all scream for ice cream
Es decir:
da da, da da, da da da da da da
Pídele a alguien que hable inglés con fluidez que te recite el trabalenguas, y observarás cómo otorga la misma cantidad de tiempo a un “da da” que a un “da da da”. Como norma, las sílabas no acentuadas no interfieren con el ritmo o pulso del discurso, puesto que se les concede un tiempo mucho menor.
Si quieres saber más sobre el acento en la palabra o en la frase, pronto publicaremos otra entrada específica sobre este tema.
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Contrastes de sonidos difíciles de distinguir
Uno de los principales retos para quienes aprenden inglés es darse cuenta de la diferencia existente entre sonidos que en su lengua materna son similares. Por ello, muchos profesores y estudiantes recurren precisamente a los trabalenguas como medio para ver conjuntamente estos sonidos y practicarlos.
Vamos a descubrirlos con distintos ejemplos.
Trabalenguas fáciles
Quizá el título de este apartado debería ser “Trabalenguas más fáciles”, ya que en principio ningún trabalenguas está pensado para ser sencillo. Recuerda ir poco a poco: el objetivo no es dominarlo todo en una sola sesión, sino seguir el proceso de darte cuenta de dónde se encuentra el escollo, practicar aisladamente esos sonidos, y descansar si empiezas a hartarte.
Un sonido difícil: sh (/ʃ/)
Uno de los trabalenguas más conocidos en inglés dice así:
She sells seashells on the seashore (Ella vende conchas a la orilla del mar).
En él apreciamos el contraste entre los sonidos s (/s/) y sh (/ʃ/) en palabras muy próximas y de forma repetida, de modo que cuando lo domines será la prueba palpable de que eres capaz de distinguir ambos sonidos.
Otro contraste problemático se produce entre la combinación sh (/ʃ/) y el sonido ch (tʃ), que puedes practicar con este otro ejemplo:
If a dog chews shoes, whose shoes does he choose?
/ɪfə dɒg ʧuːz ʃuːz huːz ʃuːz dʌzɪ ʧuːz/
… que podemos traducir como “Si un perro zapatos muerde, ¿de quién son los zapatos que prefiere?”.
El complicado contraste entre /b/ y /v/
Este es de los más famosos, ya que la pronunciación de estas dos letras es la misma en castellano. Pero en inglés no: en pocas palabras, para la b se juntan los labios, y para la v se colocan los dientes superiores sobre el labio inferior.
La palabra “volleyball” ofrece en sí misma una oportunidad fabulosa de practicar ambos sonidos, pero si te inclinas por algo más largo, prueba con:
Volleyball, volleyball, Victor loves volleyball (Voleibol, voleibol, Víctor adora el voleibol).
/vɒliːbɔːl vɒliːbɔːl vɪktə lʌvz vɒliːbɔːl/
Un consejo para pronunciar bien la v: empieza diciéndola como si fuera una f: “folleyball”, “Fictor”, “lufs”), ya que este sonido se aproxima mucho más a la v en inglés que la b.
De hecho, puedes hacer el experimento de decirle este trabalenguas a un hablante nativo sustituyendo las uves por efes y preguntarle después qué cree que has dicho. Lo más seguro es que escuche “volleyball”, “Victor” y “loves”, ya que, cuando dos sonidos resultan muy parecidos para el oyente (en este caso, alguien cuya lengua materna es el inglés, para quien los sonidos de la f y la v resultan muy cercanos), oímos lo que esperamos oír y tiene sentido.
Así que… ¡los trabalenguas sirven también para darte cuenta de cómo escuchan los angloparlantes nativos!
Trabalenguas más difíciles
Dos sonidos espinosos: /ɪ/ (i corta) e /iː/ (i larga)
El hecho de dominar estos sonidos puede considerarse uno de los hitos destacados en el aprendizaje del inglés para los castellanoparlantes, y no es como para asimilarlo en una sola sesión, así que sé especialmente benévolo contigo mismo cuando los practiques. Por una parte, tienes la i corta o /ɪ/, como en “fix”; por otra, la i larga o /iː/, como en “feed”. Pero, además, hay que saber distinguirlas de un diptongo peliagudo, /aɪ/ (como en “Mike”).
Fix Mike’s kite, feed Meg’s hen (Arregla la cometa de Mike, da de comer a la gallina de Meg).
Fíjate también aquí en el connected speech, que desplaza la s final hacia la siguiente palabra:
/fɪk smaɪk skaɪt, fiːd megz hen/
Este trabalenguas posee la ventaja añadida de que desprende un aire de lista de cosas por hacer, pero en plan idílico y relajado, como un remanso de paz frente al mundo moderno. ¡Me encanta recitarlo!
Trabalenguas para niños
Todos los ejemplos que hemos visto son adecuados para el público infantil, pero si buscas un repertorio más completo, presentado en un formato atractivo para tus peques, la sección dedicada a los trabalenguas en nuestro sitio web de LearnEnglish Kids es ideal para empezar.
Huelga decir que, a la hora de aprender trabalenguas con niños, el principio de tomárselo con calma, en pequeños fragmentos aislados y descansando a menudo es más importante que nunca. A la mayoría les encanta el desafío que suponen y su inmediatez, pero en algunos casos no son recomendables.
Preséntalo como un juego (aquí tienes ideas de cómo conseguir que aprender inglés sea divertido para tu hijo), ¡y quizá te encuentres con que el discípulo supera al maestro!
Un último consejo
Por encima de todo, como con cualquier actividad de aprendizaje, es importante que te centres en lo que vas consiguiendo, y que pienses en lo que te falta como retos que se te plantean, no como carencias o defectos.
Encontrarás muchísimos trabalenguas en internet para los que no hace falta más que una búsqueda rápida. Selecciona los que más te encajen, en base a los sonidos que necesitas practicar. ¿Cuáles de los que hemos visto aquí se te resisten? Puedes consultar también otros sonidos complicados para estudiantes de inglés castellanohablantes.
¿Qué tal si te grabas la primera vez que intentes decir un trabalenguas nuevo? No te asustes; escúchalo a continuación para ayudarte a detectar las partes más difíciles y piensa por qué lo son. ¿En qué aspectos es diferente el inglés? ¿A qué tienes que prestar mayor atención? Después de practicar un poco, vuélvete a grabar y… ¡te llevarás una agradable sorpresa!