Notas introductorias

Las tres primeras sesiones de marzo se celebraron en el espacio de Intermediae, Naves Matadero Centro Internacional de Artes Vivas donde Debajo del Sombrero desarrolla habitualmente sus talleres. El jueves la actividad se desplazó a la Facultad de Bellas Artes y el viernes a La Casa Encendida. 

Durante esta primera semana se realizó un trabajo de conocimiento e introspección de los artistas, con la finalidad de observar quiénes podrían desarrollar líneas de trabajo en común con Cai. Además, a lo largo de estos cinco días, se cerró una propuesta para el encuentro de abril.

Reflexiones sobre la sesión (por Cai Tomos)

El proyecto nace con la vocación de abordar los interrogantes que rodean el modo en que nos relacionamos y las relaciones en sí mismas, y cómo el arte se convierte en una lente a través de la que se ve y se siente la realidad.

El resultado de estos diálogos es incierto y, precisamente esta incertidumbre, es la base de la filosofía que rige el proyecto "Some Things from Somewhere" (Algunas cosas de algún lugar). 

Trabajando con los artistas conseguimos que profundicen en su ser hasta casi desaparecer, o quizás reaparecer y tomar conciencia de sí mismos. Lo que parece claro es que nos encomendamos a las delicadas manos del misterio.

Confío en que algo real y palpable aparecerá durante el instante en el que ambos, yo mismo y los artistas, estemos suspendidos en el acto creativo. Intento desaparecer todo lo que puedo del proceso: mi mente y mi capacidad de pensamiento es atraída por otro modo de ser y actuar. La ausencia de palabras da paso a otro lenguaje que quizás se manifestará a
través del gesto, del movimiento en el espacio y de la articulación de un lenguage para cada momento que se pone al servicio de nuestra creatividad.

El baile aparece mientras navegamos y orbitamos entre nosotros. De algún modo, nos encontramos en atmósferas coincidentes, nos movemos en nuestra propia esfera, pero a la vez  se genera una tensión que sostiene todo.

Quizás mi papel consista en hacer de esa tensión algo palpable.

Creo que, en ocasiones, bailamos lo impensable y verbalizamos lo inexpresable a través de un nuevo lenguaje que se manifiesta a través de la relación creativa. 

Hay muchos interrogantes que aparecen en cada fase del trabajo, que lo constituyen y que permiten el surgimiento de nuevos fenómenos,  y de sus significados. 

¿Qué sentido tiene esperar en el espacio, sin más? ¿Aparecerá a caso una dirección creativa que se desarrolle poco a poco como consecuencia de la suspensión de esa espera?

La oportunidad del proyecto reside en la celebración continua de esas "pequeñas cosas", del juego y valor del laberinto creativo, de los detalles, de lo aparentemente irrelevante y de los momentos diminutos, delicados y difícilmente discernibles. Celebraremos la creatividad al servicio de la creatividad.