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Cai Tomos

Notas introductorias (por Cristina Ward, British Council España)

Es imposible no sentirte inspirado por Cai Tomos, por su entusiasmo y por la manera en la que proyecta esa inspiración que él mismo recibe de los artistas de Debajo del Sombrero que participan en el proyecto Some Things from Somewhere en las Naves del Matadero.

Hemos establecido la rutina de vernos al final de la semana que, cada mes, pasa trabajando con Andrés, Luisma, Mario, Alberto, Itziar y Belén en Madrid. Comparte conmigo los progresos que están logrando los artistas a través de la expresión física o del proyecto que están desarrollando con su asesoramiento. En todos ellos, el movimiento y la libertad corporal juegan un papel fundamental y, sin prisa pero sin pausa, sus obras artísticas se están convirtiendo en resultados tangibles de su propia exploración y experimentación.

Lejos ha quedado nuestro temor de junio sobre la dificultad de volver a encarrilar el proyecto después del parón veraniego. Septiembre ha traído consigo algunas de esas sorpresas artísticas que caracterizan cualquier proceso artístico.

Tengo la sensación de que hay una parte de Cai que desea que el proyecto no acabe nunca. A lo largo de los últimos meses, ha crecido y profundizado su relación con los artistas y el impacto que sus obras y personalidad tienen sobre él. Pero sin duda, al mismo tiempo, tiene ganas de que llegue la presentación pública de las creaciones que se han materializado con este proyecto, y que retratan la visión única que estos artistas tienen del mundo.

Caminando con Andrés (por Cai Tomos)

Andrés comienza a andar…

Le seguimos detrás, siempre detrás.

La cadencia de sus pasos es una acción centrada en una colaboración rítmica, a través de la que Andrés comparte el tiempo que le va envolviendo a medida que camina por la ciudad. Nos fundimos a través del moviento en una trayectoria desconocida, que condensa ese tiempo y el espacio. Andrés parece recuperarse a través del espacio, a la vez que nosotros nos sentimos atraídos hacia él, como si fuera un imán que nos arrastrara hacia un lugar que solo él conoce. Somos testigos y formamos parte de cómo va tomando forma su proceso de orientación.

A veces parece una procesión: le seguimos, le acechamos como si fuéramos su sombra, somos sus testigos y su apoyo.

Andamos y andamos en silencio y caminamos gradualmente por las inmediaciones del hospital, siempre alrededor, nunca entrado. Andrés para y solicita escribir. Relata que visitaba este hospital cuando era pequeño con su madre.

¿Quizá son los trazos de esos recuerdos los que van guiando a Andrés en su paseo de hoy? ¿O es quizá el deseo de compartirlos? Las huellas e imágenes de sus recuerdos infantiles merodean dentro de nosotros con una resonancia poética que cala hasta nuestros huesos y que nos atrae hacia ellos. Estos recuerdos están en parte incabados y nos atraen hacia ellos como ese viejo instrumento que queremos recuperar y volver a tocar de nuevo. Como el que rememora y vuelve a tocar algo olvidado.

Los paseos se desarrollan como un elemento biográfico, como fragmentos de recuerdos que son físicamente trazados. Los que seguimos a Andrés estamos invitados a participar y presenciar lo que parece ser la encarnación de una visita por su historia personal.

Estos paseos trazan quizás las conexiones con los lugares y personas que han sido parte de su vida: son la memoria físcia de un coreógrafo que nos conduce por la ciudad.

Una bicicleta pasa y Andrés saca un papel de su bolsillo para escribir una nota. Paramos y toma una foto: tiene tantas cosas en sus bolsillos...

Como parte del desarrollo de este trabajo presentaremos Caminando con Andrés, una invitación pública a participar en una iniciativa artística y coreográfica liderada por Andrés. 

La acción incluye dar un paseo a un lugar desconocido por los participantes, que lo único que tienen que hacer es seguir a Andrés. Tendrá lugar, en sliencio, en grupo y en Madrid, el jueves 2 de noviembre.

La intención del paseo es poner de manifiesto las siguientes preguntas:

¿Es posible mirarnos a nosotros mismos y al mundo como si fuera la primera vez? ¿Podemos dejar aflorar nuevas percepciones si nos ponemos en el lugar del otro?

La posibilidad de escuchar, apoyar, seguir y dar espacio a un propósito ajeno nos permite reconsiderar preguntas relativas a vivir en el mundo con discapacidad?

"NADIE ME DIJO NADA PORQUE SABÍA TODO Y LA GENTE ERA IGUAL EN CUALQUIER PARTE" (Andrés).