Martin Parr es conocido por captar las excentricidades de la vida británica en imágenes que son amenas y accesibles.
Desde sus primeras exploraciones monocromáticas del puente Hebden Bridge de West Yorkshire, en el norte de Inglaterra, a The Last Resort, la exhibición del destino costero de New Brighton en el noroeste que le lanzó a la fama, Parr se ha labrado un nombre como uno de los comentaristas más incisivos de la sociedad. Cuando la galería Humber Street Gallery de Hull planificó su exhibición Hull, Portrait of a City, no sorprendió que el nombre de Parr se encontrara en lo más alto de la lista.
Los organizadores del programa de Hull, Ciudad de la Cultura 2017, encargaron a Parr que documentara Hull, estudiando más de cerca las diversas comunidades que componen el corazón gastronómico de la ciudad. El fotógrafo se pasó cinco días visitando a tenderos independientes, propietarios de bares y supermercados, hablando con ellos mientras se desenvolvían en su rutina diaria y captando su carácter único. La serie de fotografías en vivos colores que surgió como resultado de ello se mostró junto al trabajo de su colega fotógrafa Olivia Arthur, cuyas impresiones en blanco y negro exploraban la creatividad entre las generaciones más jóvenes de la ciudad. Esta exhibición multifacética planteaba preguntas sobre la identidad urbana, qué define a Hull y cómo se ha desarrollado la ciudad y puede entenderse a través de la cultura visual.
Hablamos con Martin Parr acerca del proyecto, su experiencia en Hull y el arte de objetivar la comida.
¿POR QUÉ HULL? ¿QUÉ TE INTERESÓ DE LA CIUDAD?
Me gustan las ciudades del norte, me gusta Hull y me gusta la idea de la Ciudad de la Cultura. Fue una invitación muy difícil de rechazar.
NO ES LA PRIMERA VEZ QUE INCLUYES LA TEMÁTICA DE LOS ALIMENTOS EN TU TRABAJO. ¿QUÉ TE ATRAE DE ESTE TEMA?
Me gusta fotografiar la comida, dice quiénes somos. De hecho, todo el mundo fotografía comida hoy en día, pero cuando empecé, yo era casi el único. Además de trabajar con la comida en sí misma, fotografío y hago partícipes a las personas que crean los platos, que venden los alimentos y las tiendas en las que se encuentran los alimentos.
TU PALETA DE COLORES PRODUCE CASI UN POP ART ESTÉTICO QUE HACE QUE HASTA EL PRODUCTO ALIMENTARIO MÁS SIMPLE RESULTE ATRACTIVO Y A LA VEZ LIGERAMENTE KITSCH. ¿CÓMO CREAS ESE ESTILO?
Me acerco con el flash adecuado y grandes objetivos. Es un truco que me saco de la manga desde hace unos cuantos años, desde que me dedico a fotografiar comida. Objetiva la comida de forma muy interesante.
¿QUÉ DEFINE A TU ENTENDER LA CULTURA CULINARIA DE HULL?
Ocurre lo mismo en todas partes. Estamos sujetos a cierto grado de gentrificación; la calidad de la comida es mejor; tenemos la comida casera, como la que encontramos en los bares de barrio. En la actualidad hay una mayor variedad. Estoy seguro de que cuando vine la última vez, hace 20 años, los restaurantes temporales no existían y ahora puedes disfrutar de ellos.