Por Anne Wilding

14 enero 2022 - 15:28

Dos estudiantes hablando en inglés

Muchas personas que estudian inglés y tienen como lengua propia el español mencionan los errores de pronunciación como su principal obstáculo, incluso en niveles avanzados como el C2 Proficiency. Si ya sabes cuáles son tus caballos de batalla, puedes ir directamente a nuestra entrada con consejos sobre cómo mejorar tu pronunciación en inglés, o a la que dedicamos a actividades para mejorar la pronunciación de los niños, que también contiene ideas interesantes para los adultos.

Pero por si a veces tienes dudas de por qué no te han entendido o por qué no entiendes tú a alguna otra persona, hoy vamos a presentarte las cinco áreas que presentan mayor dificultad.

Antes de ello, sin embargo, me gustaría asegurarme de que estamos de acuerdo respecto a una idea equivocada bastante habitual. Cuando estaba buscando información para escribir esta entrada, me encontré con bastantes sitios web que hablaban de cómo conseguir una pronunciación “perfecta, como la de los nativos”. Y quisiera dejar claro que eso no existe, por dos razones.

En primer lugar, ¿a qué pronunciación “nativa” se refieren? ¿A la de alguien que ha nacido y crecido en Nueva York? ¿A la de quien habla con acento Cockney? ¿A la de una tejana de pura cepa? Claramente, hay un abanico de acentos muy amplio entre quienes tenemos el inglés como primera lengua.

En segundo lugar, aunque todos los angloparlantes nativos habláramos exactamente de la misma manera, no somos los dueños del idioma. La mayoría de la gente que en estos momentos está aprendiendo inglés no lo hace únicamente con el fin de interactuar con los nativos, sino para utilizarlo como lengua franca con la que comunicarse con otros hablantes de todo el mundo.

En resumen, se trata de un asunto espinoso y hay pocas respuestas “correctas”, de manera que tu objetivo principal debería ser entender y que te entienda el mayor número de personas, vengan de donde vengan. De todas formas, conviene ser muy consciente de cuáles son los aspectos complicados de la pronunciación del inglés para los hispanoparlantes, ya que puede ayudarte a detectar las causas de los problemas que podrías encontrar a la hora de entender lo que oyes o de hacerte comprender cuando hablas.

Veamos los cinco factores más frecuentes que dan lugar a errores y malentendidos para los estudiantes de inglés cuya lengua materna es el español.

1. Las vocales

Aunque para algunas personas sea algo muy evidente, hay que recordar que el inglés posee más sonidos vocálicos que vocales. Esto genera dos problemas a los hispanohablantes.

El primero es que hay que dividir tu percepción de los distintos sonidos vocálicos en más de 5 categorías. El número exacto depende de a quién preguntes, pero por lo general se considera que son 12 en inglés británico (además de los sonidos que combinan varias vocales) y 14 en inglés americano. 

El segundo es que, debido a la naturaleza caótica de la ortografía inglesa, no hay manera de saber con certeza cómo se pronuncia una palabra con solo leerla.

Identificar cada uno de los distintos sonidos y saber cuáles aparecen en cada palabra es un proceso complejo que lleva su tiempo. Por ello, lo mejor es abordarlo combinando diversos aspectos prácticos en la vida real: hablar en inglés, tratar de evitar los malentendidos y prestar una atención más específica y consciente.

¿Atención consciente a qué? Un buen comienzo es tomar nota de las palabras que te plantean dificultades y consultar cuál es su representación fonética, es decir, los símbolos que se utilizan para mostrar cómo se dice normalmente una palabra y que se incluyen en cualquier buen diccionario. Esto te será muy útil para identificar los sonidos que te cuesta diferenciar, de modo que puedas escucharlos más atentamente cuando hables con alguna persona (a la que también puedes pedir que te ayude). En el apartado 3 del artículo que mencionábamos más arriba sobre cómo mejorar tu pronunciación encontrarás más información sobre el alfabeto fonético, con el que podrás evitar errores tan corrientes como confundir ship (‘barco’) y sheep (‘oveja’) o bit (‘pedazo’) y beat (‘latido, golpear’).

En YouTube encontrarás asimismo numerosos vídeos donde podrás escuchar las diferencias en la pronunciación. Entre los mejores que he encontrado, destinados a niños, los hay, por ejemplo, para enseñar a distinguir entre los sonidos “cortos” y “largos” de las vocales

Practicar una escucha activa también te será de gran ayuda, tal y como te recomendamos en otra entrada de nuestro blog sobre cómo aprender inglés escuchando.

2. Las consonantes y los grupos consonánticos

Algunas consonantes inglesas les resultan igualmente enrevesadas a los estudiantes de origen hispánico cuando, por ejemplo, tienen que diferenciar entre la b y la v, como en very (‘muy’) y berry (‘baya’), o entre los grupos ch /tʃ/ y sh /ʃ/, como en chair (‘silla’) o share (‘parte, porción’).

Esto puede mejorarse siguiendo los consejos que mencionábamos más arriba, aunque para la mayoría de los alumnos lo más peliagudo de las consonantes no es diferenciar entre una y otra sino articular los grupos de múltiples consonantes que existen en inglés.

Cada idioma posee su propia fonología, ese conjunto de “reglas” que determinan cómo se pueden combinar los sonidos. No son normas que alguien escribió y se imponen a la lengua, sino que forman parte integral de esta, y han ido desarrollándose de forma orgánica a medida que esta evolucionaba. Así, con el paso del tiempo el inglés ha permitido que se acepten palabras como:

split (‘partir, dividir; hendidura’)
crisp (‘crujiente; patata frita’)
sixth (‘sexto’)

En español también se admiten algunos grupos consonánticos (como en “Francia” o en “tres”), aunque no tantos, lo que influye en que algunas palabras en inglés resulten más difíciles de pronunciar.

De nuevo, la única solución es practicar y poner atención, lo que también te ayudará a percibir el connected speech del que vamos a tratar a continuación.

3. El connected speech

En inglés hablado, los sonidos no siempre se pronuncian en la misma sílaba en que se escriben, ya que las consonantes finales pasan a veces a la sílaba siguiente para facilitar la pronunciación. Por ejemplo, la siguiente oración:

“She came sixth in the race” (“Terminó sexta en la carrera”)

se dice más bien:

“She came six thin the race” /siks θin/

Si te familiarizas con estos patrones naturales del lenguaje despejarás muchas de las incógnitas que pueden plantearte los grupos consonánticos tanto al hablar en inglés como al escuchar y entender a otras personas, especialmente a quienes dominan la lengua.

Esta manera de unir de forma natural unas palabras con otras al hablar con fluidez, que es lo que denominamos connected speech, se caracteriza también por omitir completamente determinados sonidos en algunas frases. Por ejemplo, en:

“at first light” (“al rayar el día”)

la t de “first” desaparece, ya que se dice:

“at fir slight”

Si quieres profundizar, hay otras páginas donde puedes consultar más rasgos del connected speech.

¿Estás disfrutando de este post? Para recibir una selección de nuestros mejores contenidos en tu email cada mes, suscríbete a nuestros boletines.

Suscríbete aquí

Personas comunicándose en inglés

4. El acento en las palabras

El español cuenta con reglas de acentuación para indicar al lector dónde recae el acento de cada palabra en función de que lleve tilde o no; en inglés, en cambio… ¡no existe nada por el estilo!

Saber cuál es la sílaba tónica (o acentuada) en una palabra inglesa, por desgracia, forma parte del aprendizaje de esa palabra. Considéralo como un lote, junto con las demás características de su pronunciación, su significado, su ortografía y, en algunos casos, las preposiciones que la acompañan; la ventaja es que, como los sustantivos ingleses carecen de género, no hay que aprendérselo. Como de costumbre, tu mejor aliado será un buen diccionario, que siempre te señalará la sílaba que se pronuncia con mayor relieve. 

Un ejemplo clásico de cuándo es importante saber cuál es la sílaba acentuada sería este:

import (‘importar’) /ɪmˈpɔːt/: el acento va en la segunda sílaba.
import (‘importación’) /ˈɪmpɔːt/: el acento va en la primera sílaba.

En este caso, es el acento el que nos revela (además del contexto) si se trata de un verbo o de un sustantivo.

Para más información, consulta nuestra entrada sobre el acento en las palabras y las frases en inglés.

5. El acento en las frases

Todos los idiomas destacan con mayor fuerza determinadas palabras dentro de la cadena hablada con objeto de afianzar el significado, pero en inglés este rasgo es especialmente llamativo, mucho más que en español. Por ello, cuando un estudiante hispanohablante trata de enfatizar una palabra en inglés, puede que la intensidad que le dé no sea suficiente para que su interlocutor llegue a captarla. Esto, en la mayoría de los casos, no cambiará el significado literal de la frase, pero sí puede hacer que se pierdan matices como el disgusto o el humor.

Es más, el inglés es un idioma de ritmo acentual, lo que significa que concede un tiempo mayor (y por tanto un mayor énfasis) a las sílabas acentuadas y “se come” las no acentuadas. Para los estudiantes cuya lengua materna no es de ritmo acentual, este puede causarles más problemas al escuchar que al hablar, ya que es difícil dejar de lado la costumbre de identificar cada una de las palabras que componen la oración.

La clave está en autoconvencerte de que no te vas a perder ninguna palabra importante, puesto que todas las que lo son irán acentuadas. De hecho, en una conversación rápida puedes considerar el ritmo acentual como una ayuda para guiarte hacia las palabras cuyo contenido es más relevante. En mi humilde opinión, esta es la razón por la que el rap suena con más fuerza en los idiomas de ritmo acentual, como el inglés, el alemán y el portugués de Portugal.

Si te interesa el tema, no dejes de leer la entrada que le dedicamos al ritmo acentual.

También puede serte útil este artículo sobre el acento en las frases y el inglés como idioma de ritmo acentual que, pese a estar dirigido en principio a profesores, contiene ideas muy prácticas para el aula que igualmente puede seguir quien no lo sea, bien en clase o bien por su cuenta. 

Dos últimos recordatorios

Para terminar, quisiera insistir en dos de los puntos más importantes que hemos visto en esta entrada de nuestro blog. 

El primero, que la pronunciación de cualquier idioma contiene muchos matices, y por ello se adquiere mejor a través de la escucha activa que a través del estudio.

El segundo: nunca olvides que el inglés es, ante todo, la herramienta que te permitirá comunicarte con personas de todo el mundo, por lo que nuestra meta en cuanto a pronunciación siempre debería ser entender y ser entendido por el mayor número posible de personas, y para ello lo más fiable es probar y ajustar nuestra forma de decir las palabras mientras conversamos con otros en el mundo real (lo que nos lleva al primer recordatorio).

¡A por ello!

También te puede interesar...