Durante el curso escolar, muchos padres optan por matricular a sus hijos en clases de inglés en una academia. Pero ¿son iguales todos los centros de idiomas? ¿Va a estar igual de bien empleado vuestro dinero independientemente del sitio que elijáis? Claramente no, por lo que tiene sentido considerar algunos aspectos fundamentales para tener en cuenta cuando queréis invertir en el futuro de vuestros hijos.
Ubicación
Aunque yo no lo considero el más importante, el primer criterio que la mayoría de la gente se plantea a la hora de escoger academia es su ubicación. Por maravilloso que sea tener una a la vuelta de la esquina, es esencial investigar mínimamente cuál es su “área de captación” y pensar en el perfil del alumnado que probablemente acudirá a ella. Esto os dará una idea bastante aproximada de lo que probablemente ofrece este centro, que por supuesto recomendarán vivamente bastantes padres de la zona.
Si la academia se encuentra más alejada, conviene visualizar la ruta que podéis seguir y cómo puede afectaros el tráfico al dejar y recoger a los niños, ya que puede convertirse en un factor crucial para familias con varios hijos que realicen actividades extraescolares distintas el mismo día; de hecho, esta es la razón por la que muchos padres eligen un centro cercano a su domicilio o al colegio. No obstante, no es el único criterio que deberíais sopesar. No hay que perder de vista que estáis destinando un buen pellizco de vuestro sueldo al futuro de vuestros hijos, y queréis aseguraros de que las clases que se ofrecen no solo sean prácticas en cuanto a la logística, sino que ayuden a que vuestros hijos progresen con el inglés y mejoren su capacidad para comunicarse en este idioma.
Metodología
Como profesora de inglés y como madre, para mí lo fundamental es la metodología de la academia. Parece que esta palabra impone bastante, pero en realidad se reduce a si las clases y las actividades ofrecidas por la academia resultan atractivas para nuestros hijos y si podemos constatar los logros que van consiguiendo. Recordad que “atractivo” no siempre equivale a juegos y canciones sin ningún objetivo lingüístico. Muchos colegios y academias han abandonado los métodos tradicionales de enseñanza para tratar de proporcionar experiencias de aprendizaje más holísticas mediante la realización de tareas o de proyectos que requieren que los jóvenes alumnos desplieguen todas sus habilidades y capacidades comunicativas en el aula.
En el breve vídeo de aquí abajo podéis haceros una idea de qué podría incluirse en ellas:
Si tenéis curiosidad, en nuestro blog podréis averiguar más sobre cómo aprenden los niños.
En el mercado laboral abundan los profesores de inglés, y aunque muchos son titulados y están altamente cualificados, otros cuentan con poca o ninguna experiencia y solo quizá con algún título. No os dejéis engañar por el timo del “nativo”. Es mucho mejor para vuestros hijos recibir clases de personas que tienen la formación adecuada, sean del país que sean, que por alguien que únicamente se presenta como “nativo” sin estar en posesión de ningún tipo de título, porque los primeros habrán adquirido las siguientes competencias:
- saber gestionar un aula con niños y jóvenes;
- estar familiarizado con una serie de actividades que ayudarán a vuestros hijos a aprender el idioma;
- conocer los mecanismos léxicos y gramaticales del idioma;
- ser capaz de evaluar las necesidades de cada uno de sus alumnos.
Por el contrario, es probable que un “hablante nativo” sin formación en enseñanza del inglés no posea ninguna de las competencias anteriores.
Asimismo, es primordial que penséis en el ambiente de la clase, en cómo os sentiríais vosotros en el aula. Tratad de poneros en la piel de vuestro hijo o hija. ¿Le gustará estar durante una hora memorizando listas de verbos y copiando frases? ¿Se divertiría con una serie interminable de “juegos” que pueden estimular sus sentidos pero no sirven para practicar ningún aspecto real del idioma? Si la academia que habéis escogido tiende a plantear las clases de alguna de estas maneras, estaría bien preguntarles acerca de su metodología o de sus objetivos didácticos. Aquí tenéis un ejemplo de cuáles pueden ser los objetivos para un curso con niños de primaria. Por supuesto que en una academia de inglés para niños y jóvenes hay lugar para memorizar y para copiar, así como para el juego, pero un centro en el que podáis confiar sabrá encontrar el equilibrio y será capaz de ofrecer un itinerario completo de aprendizaje con metas claramente definidas. También deberá poder mostraros lo aprendido, ya sea en forma de boletín trimestral o de reuniones periódicas con el profesor para poneros al día del progreso de vuestros hijos.
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Valores
Inmersos en el ajetreo diario entre el trabajo y los niños, podemos pasar por alto la importancia de elegir un lugar que demuestre de forma activa unos valores claros. Merece la pena ir a ver el centro y comprobar si tiene algún tipo de programa o ideario que ponga de manifiesto cuáles son los valores que defiende. Aquí tenéis un ejemplo de lo que puede incluirse en el enfoque pedagógico del centro. Si es posible, entrad en las aulas para ver qué tipo de trabajos se exponen en ellas. ¿Están centrados en temas relevantes para la vida, o se limitan al tipo de “mi animal favorito”? Es necesario que en el material didáctico y en las clases exista una proporción adecuada de temas cotidianos y de algunas cuestiones más importantes como la igualdad, la inclusión y el medio ambiente, con el fin de completar el aprendizaje de nuestros hijos. Los profesores también pueden convertirse en modelos a seguir, por lo que es vital que nos interesemos y preguntemos a los niños si han disfrutado de la clase y si ha habido algo que les haya gustado o disgustado especialmente. Esto puede ayudarnos a verificar que todos los trabajadores del centro aplican medidas integradoras y no muestran sentimientos negativos o racistas durante las clases o con su comportamiento en general.
Protección de la infancia
Por lo que respecta a la protección de la infancia, es importante conocer qué procedimientos tienen previstos para casos de acoso y para garantizar la seguridad de los menores al dejarlos o recogerlos, así como en relación con cualquier otro aspecto que pueda influir en su bienestar. Y por último, pero no menos importante, está el tema de la protección de datos. Los padres tenemos que firmar si damos nuestro consentimiento para que el colegio de nuestros hijos realice o utilice imágenes en las que aparezcan ellos. ¿Existe algo similar en la academia de inglés que hemos seleccionado? Es buena idea confirmarlo antes del comienzo de las clases.
Si os interesa, podéis acceder a nuestra sección de protección de la infancia para descubrir lo que en el British Council consideramos importante en relación con esta materia.
Como padres de alumnos que estudian en esa academia, ¿os sentís bien recibidos cuando acudís allí? Evidentemente, las cosas han cambiado mucho debido a las restricciones por el covid, pero en un centro de calidad deberíais al menos entrever que los padres también formáis parte del proceso de aprendizaje de vuestros hijos, y no sentir que estorbáis. Puede que tengan un procedimiento específico para concertar reuniones con los profesores, que igualmente convendría conocer antes del inicio de las clases.
Como podéis ver, hay mucho que tener en cuenta antes de tomar la decisión final sobre cuál es la mejor academia de inglés para vuestros hijos. Dependiendo de vuestras circunstancias personales, habrá unos factores con más peso que otros, pero valorad también todo lo que hemos comentado con el fin de que vuestros hijos puedan disfrutar y aprender a la vez. Ellos son el futuro, así que, dentro de lo posible, ¡tratad de darles lo mejor!